Tronando loa clarines
los hombres enmudecen
alzando banderines
los pueblos se estremecen.
Combaten reciamente
hermano contra hermano,
y encarnizadamente
se matan mano a mano.
Tiránicos empuñan
las armas destructivas
y doblemente apuñan
con balas abortivas.
Las fuerzas se duplican
en el campo enemigo
y más se multiplican
al son de Te maldigo!
De pronto otro estampido
incontenidamente,
provoca en su estallido
descargas en la mente.
Los hombres se enceguecen,
germina la venganza,
en odio se retuercen
y arrojan amenazas.
Pero por sobre la diestra
cargada de veneno,
se asoma a la palestra
la cruz del Nazareno.
La insignia sacrosanta,
cual símbolo de Gloria,
serena se levanta
radiante de victoria.
Isabel Maranesi
No hay comentarios:
Publicar un comentario